Aborígenes australianos: Las generaciones robadas

Ayer me enteré que un familiar de una de mis amigas más cercanas en Australia perteneció a la generación de niños robados.

Hace mucho tiempo que leí sobre la que pasó en Australia con los aborígenes y los ingleses y aún recuerdo como me impactó esa parte de la historia. Nunca me imaginé que llegaría a conocer a alguien que lo hubiera sufrido tan de cerca.

Ayer, me comentaba que haber vivido esa experiencia dentro de su familia ha creado mucha tensión y muchos traumas. Evidentemente. Eso es algo que nunca puedes olvidar.

No recuerda su primer nombre, no tiene fecha de nacimiento y, aunque recuerda la cara de su madre, nunca ha encontrado ni rastro de ella. No sabe ni de dónde viene ni de dónde es.

Triste.

Las Generaciones Robadas es un término usado para describir a aquellos niños de aborígenes australianos que fueron secuestrados de sus familias por el Gobierno australiano y por algunas misiones religiosas cristianas. Los secuestros ocurrieron entre los años 1869 y 1976 aproximadamente.

Las motivaciones del gobierno incluyen ‘la protección’ de los niños, la creencia de que ―en vista de la catastrófica disminución de la población negra después del contacto con los blancos― los negros no sabían mantener vivos a sus hijos, y el miedo a la mezcla de razas de sangre pura (de las personas de origen británico) con los pueblos aborígenes.

Los aborígenes llevaban en Australia aproximadamente 60.000 años cuando los primeros ingleses desembarcaron en 1770. De 300.000 a 750.000 aborígenes habitaban el continente, pero en 1911 (123 años después de los primeros asentamientos ingleses), solo quedaba 31.000 aborígenes.

Según la WiKi-sabelotodo los aborigenes representan un 3% de la población australiana. Los últimos datos del 2011 hablan de una población total de 670.000 aborígenes.

La palabra ‘aborigen’ significa ‘el primero’ o ‘el primer conocido’. Existen más de 400 pueblos aborígenes australianos, cada uno con rasgos culturales diferenciados y una localización geográfica propia.

Los ingleses declararon que Australia era terra nullius–es decir, sin habitantes humanos–y así justificaron el despojo de las tierras indígenas y el saqueo del continente. Arrebataron las tierras fértiles y arrojaron a los aborígenes a las zonas áridas del interior.

Hoy por hoy, por desgracia, las comunidades indígenas australianas presentan graves deficiencias sanitarias y económicas, y los indicadores sociales les colocan en posiciones inferiores en lo que respecta a la salud, la educación, el empleo y la pobreza.

En 2008, El primer ministro de Australia, Kevin Rudd pidió por primera vez en la historia del país (ya tocaba…), perdón públicamente a los aborígenes por el dolor y el daño causados en el pasado. Aquí os lo dejo.

Triste historia.

Me pareció impresionante poder conocer a alguien que lo ha vivido en sus propias carnes.

A veces, nos pensamos que la historia pasó hace 100 años… en realidad, hace 40 años esto era una realidad…