El 1 de septiembre de 2009 aterricé en Australia con el objetivo de estar seis meses de ruta aprendiendo inglés. Seis meses que se han convertido en siete años. Quién me lo iba a decir.
Miro atrás y volvería a repetir una a una todas las aventuras de estos últimos años. Aterricé en Australia siendo una pipiola, con unas ganas locas de aprender inglés y de recorrerme Australia en furgo. Recuerdo esa sed de viajar, de vivir, de experimentar y, sobretodo, de ser libre. Dejar ese trabajo diario, monótono, que me obligaba a ir con traje y zapatos de tacón. Salir de esa zona de confort incómoda.
La realidad es que cuando aterricé no sabia nada sobre nuestro primer destino Darwin. Imaginaros el shock. No creo que haya mucha gente que decida empezar su viaje por la capital del norte de Australia.
Crucé el desierto en furgo. Lo mejor de todo es que fue gratis. En esa época ya apuntaba maneras. Solía informarme de todo leyendo blogs de otros viajeros en Australia. Encontré uno en el que hablaban de las famosas relocations y no dudé en contactar con ellos. A los pocos días me dieron el pedazo de motorhome (primera vez que conducía por izquiera) y nos cruzamos todo el desierto. Ni siquiera sabíamos los kilómetros de Darwin a Cairns, ni lo largo, duro y caluroso que iba a ser el viaje. Todavía no entiendo como la agencia de rent a car aceptó que nos lleváramos la van viendo que no sabíamos conducir. Un show inolvidable.
Todo lo que ocurrió en esos 6 meses de viaje fue espectacular. Sin rumbo concreto, sin responsabilidades, durmiendo en granjas, trabajando con animales, visitando nuevos lugares, puliendo suelos, pintando puertas, aprendiendo qué significaba esa extraña palabra ‘organic’, intentado entender a los australianos, durmiendo en la calle, en las estaciones de buses, buscando wifi hasta morir y comiendo pan de $1 con jamón incomestible.
Entrábamos al super con un presupuesto diario de $10. Lo repetiría todo. Sin pensármelo…. Mmm….Quizás no volvería a dormir en estaciones… ni tampoco comería ese jamón insípido con tropezones como decía Lara (mi compi de aventuras)
Una vez terminado el viaje tomé la decisión de quedarme unos meses más. Lara volvió a casa. Me convertí en chica de la limpieza de todo Ruskin Street en Byron Bay. Limpiar mansiones era lo mío. Como me gustaba mi trabajo. Ganaba el suficiente dinero para vivir, salir de fiesta y no pensar. Menudos bailoteos pasando el aspirador….
Pasé de ser granjera a limpiadora. De limpiadora a Babysitter. De babysitter a taxista, chica de almacén, jardinera y, por fin, administrativa. Sentada en una silla después de 18 meses de trabajo físico.
De administrativa pasé a formar parte del equipo de Marketing de Mimosa.
A partir de ahí, empezó mi historia de amor con YouTOOProject. Y aquí seguimos. Enamorados. Con nuestras cosas. Días mejores y días peores pero muy contentos. Siete años son muchos años. Estoy muy orgullosa. Me sigue encantando Australia y me encanta mi trabajo.
Positive minds, positive vibes.
M.