Me paso horas leyendo artículos sobre emprendedores – ‘Las 25 cualidades de un emprendedor exitoso’, ’12 características del emprendedor’, ‘5 trucos para ser emprendedor de éxito’ …

La información suele ser bastante básica.

De entre todas las cualidades, habilidades y características que se han llegado a exponer suele faltar una que es de gran importancia para mí: el autocontrol.

La Wikipedia lo define como la habilidad de dominar las propias emociones, comportamientos y deseos.

El autocontrol en mi trabajo pasa por ignorar el comportamiento de ciertos individuos tóxicos y las malas prácticas de nuestros competidores.

Normalmente (y digo normalmente…) los emprendedores somos personas con un carácter fuerte, optimista y seguros de nosotros mismos. No tenemos problemas en reconocer nuestros errores y aceptamos las críticas constructivas. Es más, nos gustan.

Nuestro objetivo es conseguir que nuestra startup despegue, sea exitosa y reconocida dentro del sector. Nos despertamos y nos vamos a dormir pensando en nuestro bebé.

Si alguien se mete con nuestro bebé… mordemos, atacamos, sacamos las garras…

Algo así:

O mejor:

Entonces te dicen: ‘Marta, tienes que aprender a ignorarlos’.

La teoría es muy fácil. La práctica es que sigo sacando los dientes como el primer día….

Mantener una empresa es saber lidiar diariamente con problemas, gestionar equipos y mucho autocontrol, adiós horarios, ciao fin de semana. Mi middle name es WIFI, apellido 3G.

Lo que más me ha costado y me está costando es luchar contra algunos individuos y empresas tóxicas. Hace un par de años, existían pocas agencias de estudios. Todas ellas muy tradicionales, poco marketing, pocas redes sociales y muchos folletos.

Poco a poco han ido apareciendo nuevas empresas creadas por jóvenes y para jóvenes con nuevas ideas, un aire distinto, un marketing diferente, con un servicio más personalizado y muchas ganas de trabajar.

¡Wake Up! ¡Así es la vida competidores! Hay que innovar, ser flexible y escuchar lo que realmente la gente necesita. Estáis utilizando prácticas muy poco éticas para volver a conseguir clientes. Vosotros, que en su día, fuisteis nuestra referencia. Que triste.

Sentarse detrás de la pantalla del ordenador, escondidos, y criticar el trabajo de los demás. Estos ‘valientes’ me dan cada día una lección de autocontrol.

Va por vosotros, ‘valientes’:

• TODO nuestro equipo esta formado por personas maravillosas que, diariamente, responden a las dudas de muchos jóvenes con ganas de comerse el mundo. Estamos al servicio de los demás intentando allanar el camino de lo que será, para muchos, la experiencia de su vida. Si eres de esas personas que puedes dar el salto sin ayuda, házlo. ‘Good on you’ Bien por ti. Deja que los demás decidan cómo hacer su viaje. Laura, Carla, Leti, Juan, son personas humanas, humildes con ganas de trabajar y con sentimientos. No desacreditéis gratuitamente su trabajo ni el mío. He leído barbaridades sobre nuestro sector e insinuaciones sobre si las agencias ‘dicen la verdad’, ‘sugieren escuelas entorno a las comisiones que se reciben’ ‘engañan a la gente’ ‘motivan a venir y luego te dejan tirados’. Increíble.

• Lo hemos explicado en varias ocasiones, ha aparecido en casi todas las entrevistas que nos han hecho en prensa y repetimos: como en muchos sectores, los agentes educativos trabajamos como representantes/intermediarios de las escuelas. Las escuelas nos pagan una comisión por ello. Sí, comisiones. He visto en varias ocasiones comentarios negativos a este tipo de pagos. A día de hoy no conozco a nadie que trabaje por amor al arte.

Es gracioso porque se plantea como que nos llama un estudiante y al día siguiente cobramos una comisión. Antes de criticar, preguntar cuál es el trabajo que se desarrolla con cada uno de los estudiantes.

Esta claro que me queda mucho por aprender, sobretodo de autocontrol.

A vosotros también os queda mucho por aprender, sobretodo en respeto.

Namaste.

M.